domingo, 15 de noviembre de 2015

Un viaje a la felicidad


Por : José María López, viajero en la India.

La felicidad: eso que todos perseguimos y que para tantos cuesta alcanzar. Alguien dijo que “la felicidad no es un sentimiento, es una decisión”. Y esta, la de viajar a la India es de las mejores que he tomado. 
Y no la he tomado una sino tres veces. La primera vez fui con miedo, la segunda tenía miedo a que no fuera tan feliz como en la primera y en la tercera solo tenía miedo a que el resto del grupo no fueran tan felices como yo. Pero todos mis miedos siempre quedaron anulados por la felicidad.

 En el primer viaje, porque no tuve nada que temer y descubrí toda la belleza que se encuentra en esa humanidad empobrecida y sonriente, en el segundo porque me sentí flotar en un mundo de colores y libertad y en el tercero porque yo no era un bicho raro y mis amigos también sintieron el latido continuo y vigoroso de ese pueblo que desde hace tiempo, sin ser capaz de expresar los motivos, pues quizás los sentimientos no se pueden explicar, me tiene atrapado.

Lo que dice Gandhi me gusta:  “La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía”. Por eso, los sueños que aún navegan en nuestro pensamiento, hay que sacarlos y lanzarlos al viento para que todo el mundo se entere, luego, cuando se realizan, cuando se cumplen, se llega a la felicidad. La India es ese sueño.

VIAJE A LA INDIA OCTUBRE/2015


Por LOLI y JUAN LUIS

Tras encontrarnos con un amigo, que nos relató su entusiasmo por regresar a LA INDIA en un viaje muy particular que tenía en proyecto, nos embarcamos en la aventura.

 Se creó el grupo NAMASTÉ (formado por 12 personas). La singularidad de este viaje es que contaba con la colaboración de TOTAN KUNDU, un chico indú que era del país y nos movía por la realidad cotidiana, no como en los grandes paquetes turísticos. El grupo fue fantástico, la organización estupenda.

Hemos visitado GOA, DELHI, AGRA, CALCUTA Y SANTINIKETAN.
Disfrutamos y quedamos conmocionados por un país anacrónico y singular, que conserva muchas de sus tradiciones, vestimenta propia colorista, la belleza de sus gentes, su clara mirada y franca sonrisa, monumentos espectaculares, templos de diversas religiones, etc., también participamos en la fiesta familiar de su Diosa Dhurga Puja.
Presenta también grandes carencias de infraestructuras de canalización y desagües, transporte, gestión de residuos, polución y falta de electrodomésticos esenciales.
Es increíble la fácil convivencia que se aprecia en grupos tan inmensos de población y de tan diversas culturas. El tráfico que es caótico, se resuelve sin incidencias. Hasta el ruido se amalgama y semeja una sinfonía de pitidos y cláxones. Nos sentimos observados, pero respetados y seguros.
Un país despertando a la globalización, nos encantaría que introdujeran en su vida los medios que se la hicieran mejor y más fácil, pero que no perdieran su singularidad. El gran paradigma de la igualdad humana, pero sin perder su esencia.
Ha sido una gran aventura que impregna y permanece en el alma.


sábado, 14 de noviembre de 2015

O CAMINHO DE FERRO De Kolkatá à Santiniketam ( Bolpur)


 Por Adela Figueroa

O calor abafante faz deitar as moscas que nem podem voar. Apenas conseguem,

alastrar suas patas polo terraço fresco do cais, na estação do caminho de ferro.

Especie prolífica , esta a nossa,. Tudo ocupa, tudo enche. Com falares, com corpos, com

famílias , com cheiros ou paquetes. Um mundo de pés descalços é dominado por

aromas, por especies. Mas eu, ainda, não senti chorar meninos entre a miséria cinzenta

de Kolkata.

Pay atention, please. A moça grita pelo alto­falante. Nada importa. Ninguém atende , pois

ninguém entende. Toda a gente fala, corre aos seus negócios, carrega seus paquetes.

Mas não atende.. Ao assalto do trem , malas, famílias e pessoal irrompem, ao mesmo

tempo, a conquista dum assento e dum lugar em que colocar a equipagem.. Um caos

ruidoso, incompreensível e irredutível domina o ar do wagom. Milagrosamente tudo fica

em calma. Numa ordem particular .
Tudo encontrou seu lugar e o comboio ficou em

calma. Sentada a gente em seus assentos, nas suas malas em seu paquetes, numa

colorida mistura de irracionalidade.
Por pouco tempo. O nosso guia, Totan Kundu, aprendeu a

viver neste caos. Sem a sua calma e sem a sua autoridade, camuflada detrás de seu

sorriso, seria impossível termos conquistado esta fortaleça.. As búfalas ignoram­nos

mentres pascem e bebem ao pé das vias. Adeus Kolkata.



Desde o taxi, com ar condicionado, contempla­se aquela mistura de mugre e de pó. Em

convívio com as cores, as ilusões, sonhos e esperanças que todos os humanos temos.

Ou será que perdemos

a capacidade de sonhar?

ou será que perdemos

a capacidade de sofrer?.

Ou será, outramentres,

que perdemos

a capacidade de ver

e nos doer

da triste vida de outrem?